Ella camina adelante, él
se queda parado frente a un árbol
de flores recién brotadas.
Ella no se da vuelta para mirarlo
pero sabe que se detuvo:
no salta más la tierra
detrás suyo, haciendo nubes
rojizas
no ruedan las piedritas del
camino
con el arrastre de sus zapatillas
de lona.
Él levanta la vista, ella
está en el centro de la vía
y flamean los volados de su
vestido azul.
Su figura se hace cada vez más
chiquita
pasa una camioneta con ovejas y
cabras
y levanta todo el polvo de la
ruta
hasta desdibujar las líneas
que bordean el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario