Los nísperos
sobre los cercos del camino
marcaban el buen augurio
de las casas
en los corrales.
Sobre el tramado horizontal
a lo largo del campo
casi vacío
crecen estos frutos naranjas
que parecen guirnaldas de luz.
Los brotes están en flor.
Nuestros pies arrastran
el polvo que se desprende
de la tierra seca.
Seguimos la línea
que raja el cielo despejado
tan celeste.
El sol estalla en el suelo.
Es el primer día del verano
y esa es nuestra única certeza.
Muy lindo
ResponderEliminarQué lindo recibir comentarios aún en el blog! Gracias!!
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