martes, 9 de septiembre de 2014

Tus cosas


Dejé la casa y no recuerdo cuando fue.
No se adonde fui tampoco.
Dejé la casa y nunca abrí el placard.
No me metí en tus cosas.
Nunca quise tocarlas.
Nunca quise tocar tu ropa.
Dejé los aros las pulseras
la cajita de música con la cuerda rota
las cartas en los cajones
el álbum los zapatos
las remeras el maquillaje los adornos.
¿Alguien habrá tirado tu cepillo de dientes?
La vecina dijo que guardaría todo para mi
para cuando mi hermana y yo
quisiéramos volver a tener algo tuyo.
El día en que le dije que los óleos pastel
que me mostraba eran de mi mamá
ella insistió en que no era así
dijo haberlos comprado en una feria hacía unos años
pero yo conocía esos crayones magenta y ese rojo rubí
gastado más que los demás colores de la caja.
Nunca más volví a la casa de la vecina.
Tampoco a la casa en la que vivíamos con mamá.
El único contacto que tuve con los objetos
fue tirarlos en bolsas de color oscuro o madera 
a escondidas, durante años
a la hora de la siesta
en la casa de los abuelos.
Lo que más me costó
fueron esas pantuflas rosas
que usabas cuando estabas enferma.
La abuela insistía en guardarlas
ella veía algo tuyo
yo veía todo lo ajeno.


 


2 comentarios:

  1. Hola Natalia, Te escribe Santiago Rodas desde Colombia.

    En estos momentos estamos haciendo una revista de poesía en Medellín, con poetas jóvenes. Leo tus poemas desde hace un tiempo y me gustaría invitarte a la publicación.

    Este es mi correo: rudataller@gmail.com por si estás interesada.
    Envíame un correo y te explico mejor lo que estamos haciendo.

    Un saludo.
    Santiago.

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  2. Natalia:

    Conocí esta poesía a partir de Griselda García quien la compartió en una red social. La leí con detenimiento y me encandiló. Me gustaría pedirte prestado un poco de talento o que me enseñes de alguna manera a mejorar mis poesías baratas. Eres joven, tienes el don y el oficio de los poetas; yo, apenas sí un instinto de arte literario que no es más ni es menos que una pulsión arrebatada de vida convencida que quiere ser y mostrarse para dejar una palabra, un enunciado quizás, algo en el mundo pequeño y modesto donde vivo. Espero que algo de vos me enseñe mucho.

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