sábado, 29 de abril de 2017

La llegada

Despierto y es otro día,
el sol me muestra las cosas
más claras,
como si se hubieran vuelto
nítidas durante la noche.
No vas a leer este poema,
no vas a saber
ni siquiera que lo escribo.
El viento mueve las hojas
de las plantas
con tanta fuerza
que no sé.
Quiero salvarlas a todas,
pero puedo quedarme quieta
y esperar
que el destino sea lo que es.
Y cuando la voz del poema
te hable,
no digas nada.
No sabés lo poderosa
que puede ser la tierra
cuando recibe.





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