martes, 25 de diciembre de 2018

Los días


Todavía no pasaron años,
no sabemos de las dimensiones de las cosas.
Ahora, quiero mirarlo
como si recién lo viera,
medir el volumen de una velocidad posible.
Cuando dormimos juntos
no tengo bordes,
despierto, miro mi cuerpo.
Esta mañana me pareció que no lo conocía.
Podría tratarse de eso.
No saber nada, tocarlo como si no viera
quién es. Quién soy.
¿Soy la misma de todos los días?
Hay un lugar al que no podría volver.
Ya vi mi piedra, bruta,
ya vi lo que desaparece
y otra vez me llama.
No hay piedra más preciosa que esta,
bruta porque amar
es el gesto torpe de un movimiento animal.
Vamos a la forma que no fue tocada,
tocarlo para querer no haberlo hecho,
que no le conozca la voz
que no sepa el ritmo de su respiración.
Que no sepa que la piedra
guarda lo que se olvida,
la información secreta de las estrellas.

Ph. Thomas Jordan



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