El dique está casi vacío
este verano
y el sol me guía
por la marca que deja
sobre el agua, esos brillos
como chispas en la superficie
marcan la profundidad.
Me acuerdo
de la película que ví
la noche antes del viaje.
El actor contaba los años
que su hijo viviría
sin él
después de su muerte.
No quiero pensarlo
pero lo pienso:
cuántos son los años
que ya vivo sin vos
cuántos me quedan
sin nombrarte más.
Podríamos haber venido alguna vez
a esta casa.
A veces, hago como si habláramos
por teléfono.
Te cuento que te encantaría
cómo quedó la zona
tan arbolada
y tranquila en esta época.
Te cuento de los frutos nuevos
del ciruelo
del ceibo que se secó en la esquina.
Es extraño no recordar un tono
en la distancia de la voz.
El agua me llega a la cintura
me estiro, cierro los ojos
sumergida
todos los sonidos
forman un mismo cuerpo.
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