martes, 13 de marzo de 2018

No dormir


Tengo los pies en el pasto,
el sol me da sobre los hombros,
es posible que si nos quedamos mirando el cielo,
el día que recién nace, permanezca.
Es posible,
que la vida sea todo el tiempo esto.
Andar despiertos.
Es posible que del otro lado de la cerca 
de las enredaderas y del surco de frutos naranjas,
esté el mar, dijo Delfi.
Podría estar el mar.
Las cosas lindas de la vida pasan así.
No lo vemos, pero está.
Después,
sus dedos pulsan las teclas del piano
que encontró en la sala.
El piano está cerca de la ventana,
la luz le llega a la cintura,
¿hay algo posible de perderse?
Sí, pero no existe ahora.
Ahora es navidad,
el cielo aclara,
él me besa
y es como si nunca antes me hubiera besado,
lo sé
por eso que nos corre adentro,
como una hilera de luz.
Es posible,
no hay nada que hacer.
El sol vuelve las cosas amarillas,
el árbol vuelve a dar su sombra.
El patio de la casa se une con el cielo,
forman una misma cosa.
Podríamos estar viendo
por ejemplo, la aurora boreal,
algo así de indescriptible.
Así termina el año de las estrellas.
Y así ocurre.
La estrella que se apaga
deja que el cielo ocupe su lugar.

Ph. Petros Koublis

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